Pocos se podían imaginar el pasado viernes, cuando Benzema entrenaba al mismo ritmo que sus compañeros en Valdebebas horas después de que el Real Madrid fuese eliminado en los cuartos de final de la Copa del Rey, que la presencia del galo cuando resta menos de una semana para que PSG y los blancos se midan en el Parque de los Príncipes sea una “incógnita”. A estas alturas y con dos sesiones por delante antes del partido contra el Villarreal, se puede decir que el delantero no estará en el estadio de La Cerámica. Correr el más mínimo riesgo está totalmente descartado por Valdebebas. Eso sí, otro tema es la ida de los octavos de final de la Champions.
Benzema superó la lesión que sufrió ante el Elche en el isquio y, por este motivo, volvió a entrenar al mismo ritmo que sus compañeros el pasado viernes. De hecho, en ese momento la duda era si Ancelotti le pondría de inicio contra el Granada o le daría minutos en el segundo tiempo con la idea de ir rodándose de cara al duelo ante el PSG. Pero en esa sesión, donde fue uno más, no sintió buenas sensaciones, lo que le mandó de nuevo a la casilla de salida. No se entrenó el sábado, no estuvo ante los andaluces, se trató el lunes y trabajó en el interior de las instalaciones el martes. El miércoles, cuando restan seis días para el duelo de París, Karim ha ha corrido sobre el césped y se ha puesto en manos de los fisios para tratar de solucionar un problema que se está prolongando más de lo deseado.
El pasado viernes, cuando Benzema no sintió las mejores sensaciones, el Real Madrid tenía un plan con él que a estas alturas ha saltado por los aires. La idea era que a muy tardar el jueves comenzase a trabajar al mismo ritmo que sus compañeros y que el sábado, en La Cerámica, tuviese minutos contra el Villarreal, pero los plazos se están alargando y el foco ahora mismo está en París. En el club confían en que Karim pueda llegar al Parque de los Príncipes y, aunque nunca va a estar al cien por cien, sí pueda ser titular y completar los 90 minutos.
Ahora mismo el mayor temor es una recaída que le apartase definitivamente de la gran cita, por eso no se tomará el más mínimo riesgo hasta el lunes. Ancelotti no es amigo de forzar a sus jugadores, pero Benzema es un caso especial. Por lo tanto, el objetivo es que el domingo ya se ejercite con normalidad asumiendo todas las precauciones y el lunes, ya en París, se pruebe definitivamente para confirmar que puede ser de la partida.